La Industria Espacial es la consecuencia de momentos históricos de la humanidad que nos han llevado a disfrutar de los avances, comodidades y tecnologías que hoy disponemos. El problema es que no somos conscientes de la relevancia que la carrera por la conquista del espacio a brindado a nuestras vidas cotidianas desde los años cincuenta; después de dos guerras mundiales y un periodo de guerra fría, los seres humanos volteamos a pensar y crear tecnología para resolver los problemas de la tierra, pero desde una perspectiva superior.
Descubrir que era posible salir más allá de los confines de la tierra nos permitió soñar con un mejor futuro para la humanidad, después de vivir periodos de conflicto valía la pena intentarlo para encontrar una causa en común que permitiera la colaboración mundial. El primer paso se logró con la construcción y puesta en órbita de la (EEI) Estación Espacial Internacional en el año 1998 y permanentemente ocupada por el ser humano desde el 2000. La EEI se convirtió en el laboratorio científico más avanzado del mundo gracias al trabajo en conjunto de las agencias espaciales estadounidense, rusa, canadiense, japonesa y europea, de donde han salido muchos de los productos y tecnologías que hoy usamos en la tierra, aquí una pequeña probadita.
En este momento la tierra está rodeada por una gran red de satélites que nos permiten disfrutar de la banda ancha, televisión de alta definición, navegación por geolocalización, datos que nos permiten conocer en nuestros smartphones los informes meteorológicos, nuestro ritmo cardiaco, niveles de insulina y más; todo derivado de las investigaciones y avances de la industria espacial.
Las computadoras portátiles, indispensables en nuestras vidas laborales y personales surgieron del Grid Compass, apodado SPOC, fue el primer ordenador que se utilizó en múltiples misiones espaciales, que sirvió para comunicarse dentro del transbordador y para lanzar satélites a la órbita baja. El purificador de aire surgió de la necesidad de limpiar los módulos de la Estación Espacial de etileno, emitido por los intentos científicos para cultivar plantas y hoy, esta tecnología se usa para limpiar el aire de hospitales, restaurantes, aeropuertos y en los refrigeradores para retrasar la descomposición de productos perecederos.
Siguiendo la línea de alimentos, científicos de la NASA inventaron un nutritivo aceite vegetal a base de algas como agente de reciclaje para utilizarlo durante las largas misiones espaciales, hoy es un aditivo utilizado en la mayoría de las fórmulas de leche para bebés. Lo cual nos lleva a capturar esos hermosos momentos de la infancia con las cámaras de nuestros teléfonos móviles, gracias a que en la década de los noventa la Agencia Espacial Estadounidense mediante su Laboratorio de Propulsión a Chorro inventó un sistema de imágenes ligero y en miniatura que requería poca energía para tomar fotografías de alta calidad desde el espacio.
Así podríamos seguir enumerando un sinfín de descubrimientos tecnológicos con los cuales convivimos día a día y son indispensables para el desarrollo de la sociedad mundial, como los amortiguadores para edificios contra terremotos que vienen del diseño de soportes para las bases de lanzamientos espacial, celdas solares, filtros de agua, mejores neumáticos gracias a que Goodyear Tire and Rubber Company inventara el material utilizado en las cubiertas de los paracaídas del Viking Lander de la NASA, auriculares inalámbricos, detectores de humo y mucho más; todo gracias a la experimentación y desarrollo de la industria espacial.
En este momento nos está tocando vivir un cambio de época donde el espacio está tomando el papel protagónico. El ecosistema está creciendo y las oportunidades de negocio están abiertas para todas las empresas e industrias de la tierra, pero esta ventana de acceso no se mantendrá abierta para siempre, por eso las industrias y organizaciones que empiecen a explorar los beneficios de esta enorme industria hoy, en diez años habrán asegurado un boleto en la nueva economía interplanetaria.
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Fuentes: NASA y USA TODAY
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