Vivimos en un mundo cada día más interconectado y tecnológico que depende de las actividades mineras y sus recursos para seguir evolucionando como humanidad. Sin embargo existe una paradoja, las nuevas generaciones exigen una economía autosustentable que proteja a nuestro planeta, cuide de las personas y distribuya mejor la riqueza, pero hoy, la explotación de tierras raras genera problemas ambientales, afecta la integridad de los mineros, los recursos escasean y el 95% de las reservas de elementos raros mundiales están bajo dominio de un solo país; China. Por estas razones la minería espacial se convierte en una solución estratégica para el cuidado de nuestro planeta, las comunidades del mundo y un equilibrio geopolítico clave, quizá podamos pensar que la inversión es muy alta pero los beneficios para nuestro planeta y la sociedad mundial son enormes, cálculos de la NASA estiman el valor de esta industria en cien mil millones de dólares por cada habitante.
Las diferentes agencias espaciales y las empresas privadas sin duda trabajan para comenzar a aprovechar los recursos lunares tan pronto como sea posible, pero al mismo tiempo, la minería de asteroides ha llamado poderosamente la atención no sólo de la industria espacial sino también varias de la tierra. Para el investigador especialista en estos cuerpos celestes Andrew Rivkin, existen aproximadamente 1000 rocas espaciales más cerca de nuestro planeta que la luna, y poseen grandes cantidades de un grupo de 17 elementos químicos metálicos con propiedades fisicoquímicas inusuales, magnéticas u ópticas únicas, además contienen suficiente agua para llenar 320,000 piscinas olímpicas, una cantidad superior a la detectada en los polos lunares.
La carrera por validar la viabilidad de la minería espacial comenzó en el año 1989 con la sonda Galileo la cual termino destruyéndose en la atmosfera de Júpiter en 1995. Luego vino la sonda NEAR Shoemaker lanzada en 1996 y su misión fue alcanzar el asteroide Eros en 2001, logrando tocar su superficie, pero finalmente perdiendo la señal. En el 2003 se lanzó la sonda Hayabusa de la agencia espacial japonesa que logró alcanzar el asteroide Itokawa y extraer muestras en 2005, para convertirse en la primera misión en regresar a la tierra en 2010 con material para su estudio. Pero sin duda la misión más ambiciosa hasta el momento es la iniciada en 2016 por la NASA al lanzar la sonda OSIRIS-REX hacia el asteroide Bennu, usar la maniobra Touch and Go para tocar la superficie con un brazo robótico que agita el regolito de polvo y rocas, luego literalmente aspira la mayor cantidad de material, para después regresar con las muestras a la tierra en el año 2023.
Las aplicaciones y usos de estos elementos de rareza, escases y dificultad de extracción en la tierra, por estar fusionados a grandes profundidades de nuestro planeta, son abundantes y de fácil acceso en los diferentes cuerpos celestes, principalmente asteroides, por no contar con gran masa y un núcleo que genere la gravedad suficiente como para esconderlos, por el contrario están esparcidos por toda su superficie para que las sondas y los rovers exploradores espaciales los recojan para su uso en la tierra. Entre las aplicaciones más importantes son el desarrollo de componentes tecnológicos, la producción de energía, usos industriales y militares; fabricación de imanes permanentes, circuitos electroelectrónicos, catalizadores de gases de escape, equipos láser, teléfonos móviles, vidrios y tintes cerámicos, lentes de alta refracción y aleaciones de metal.
Hasta ahora hay al menos dos compañías mineras de asteroides: Planetary Resources y Deep Space Industries, así como las agencias espaciales estadounidense, canadiense, japonesa y europea redoblando esfuerzos para acelerar las oportunidades de negocio y establecer una economía cien por ciento sustentable para todos en la tierra, luna, marte y más allá. El reto está en que más empresas e industrias de la tierra se involucren para impulsar la minería espacial y posteriormente conseguir establecer estaciones de reabastecimiento de combustible en los asteroides en órbita, crucial para los aprovisionamientos de futuros y frecuentes viajes interestelares con combustible, generado a partir de descomponer el agua en oxígeno e hidrógeno, que también servirán como recursos fundamentales para mantener la vida humana en el espacio profundo.
Si te surgieron preguntas y tienes curiosidad o interés por descubrir cómo tu empresa o industria podría sacar provecho de la minería espacial hoy, no dudes en contactarnos, envíanos un correo a spaceisbusiness@dereum.mx
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